La Guerra de las Malvinas o Guerra
del Atlántico Sur
Fue un conflicto bélico entre la República
Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
La guerra
se desarrolló entre el 2 de abril, día del
desembarco argentino en las islas, y el 14 de
junio de 1982, fecha del cese de hostilidades entre la Argentina y el
Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que involucró la reocupación de los tres
archipiélagos por parte del Reino Unido.
La causa fue el intento por parte de la Dictadura
Argentina de forzar mediante una acción militar la búsqueda de solución,
favorable a sus intereses, en el diferendo sobre la soberanía de
estos archipiélagos, los cuales las Naciones
Unidas consideran territorios en litigio entre la Argentina y el
Reino Unido, este los administra y explota.
Sus descubrimientos son motivo de controversias;
fueron ocupados alternadamente entre España, Francia, Argentina y Reino Unido
(actualmente)
Argentina considera que se encuentran ocupados por
una potencia invasora y los consideran como parte de su provincia de
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
La situación en Argentina antes del conflicto
A comienzos de los años 1980, el modelo
económico neoliberal impuesto a sangre y fuego por el
autodenominado proceso de reorganización nacional dio claras muestras
de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90%
de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena
parte de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento
de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas
y del estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la
pobreza, etc.
Después de los cambios de poder de la junta
militar a finales de marzo de 1981, Leopoldo Galtieri llegó al poder,
en diciembre de ese año, con el Brigadier Basilio Lami Dozo y el
almirante Jorge Anaya reemplazando a Roberto Viola luego de
que éste reemplazara a Jorge Rafael Videla.
Anaya propuso la recuperación por vía de la
acción militar de las Malvinas como solución al largo conflicto por la
soberanía de las islas
Entre otras varias razones, tanto por el efecto
que podría conseguirse a la hora de desviar la atención social de esos
problemas, como por las posibilidades de recuperar el crédito perdido entre
determinados sectores sociales sensibles a una acción de interés patriótico
como ésa.
El periódico la Prensa especuló que
sería un plan a efectuarse paso a paso, comenzando con cortar el suministro a
las islas, y que terminaría en acciones directas hacia fines de 1982, si las
conversaciones en la ONU fueran infructuosas.
La decisión fue tomada bajo la suposición de que
el Reino Unido nunca respondería militarmente.
La tensión entre los dos países se incrementó el
19 de marzo de 1982 cuando un grupo de comerciantes de chatarra argentinos
levantaron la bandera de Argentina en la Isla de Georgia del
Sur, este acto fue más tarde visto por los Ingleses como el primer acto de
guerra.
La nave HMS HMS Endurance fue enviada
desde el puerto de Stanley hacia la isla, hecho que llevó a la invasión
argentina de la isla. La junta comenzó a estudiar la posibilidad de ocupar las
Islas Malvinas y Georgias antes de que los británicos pudieran reforzarlas, por
lo tanto aceleró la fecha de la invasión hacia el 2 de Abril.
A pesar de las múltiples advertencias del capitán
de la marina Nicholas Barker, la invasión de las islas tomó por sorpresa al
Reino Unido.
Barker creía que la planeada de la retirada del
HMS Endurance, que era la única nave inglesa en el Atlántico Sur, sería la
chispa que precipitaría la invasión siendo para los argentinos una señal de que
Gran Bretaña no estaba dispuesta, y pronto sería incapaz, para defender sus
territorios y súbditos en las Malvinas.
Económicamente, en las islas existían en otro
tiempo importantes puestos balleneros, pero la gradual desaparición de
numerosas especies de ballenas en los mares australes y los
profundos cambios en el negocio aceitero hicieron que la relevancia económica
de la actividad se redujera dramáticamente.
No obstante, numerosas investigaciones confirman
yacimientos de crudo en la plataforma continental en la que se encuentran las
Malvinas.
También, la plataforma es rica en pesquería.
Políticamente, el interés de Argentina por el
archipiélago obedece a su visión del mismo como territorio irredento
(territorio que una nación pretende anexionarse por razones históricas, de
lengua, raza, etc)
EstratégicamenteLa posesión de territorios adyacentes a la Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones relacionadas con el mismo;
El control
de este archipiélago entrega una posición
estratégica a su ocupante sobre el cruce austral y su tráfico marítimo.
No obstante, en la década previa al estallido de
la guerra, el ministerio de asuntos exteriores británico consideraba las
malvinas más bien como un problema a la hora de estabilizar sus relaciones
con América Latina.
Pero, aunque propuso una devolución en arriendo (una
soberanía de Argentina durante un tiempo prolongado con la expectativa de una
devolución al final del mismo), los ciudadanos de las Malvinas se negaron a
aceptar la propuesta
La decisión se basó en los siguientes supuestos
políticos y militares:
Naciones Unidas se había adherido firmemente a la
doctrina de la guerra justa mediante la aprobación, de las
resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974),
que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de
autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este
antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la
vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral
desde 1972.
Entre 1981 y 1982, varias acciones
del Gobierno británico fueron interpretadas por la Junta
militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus
habitantes y su futuro; entre otras:
debido a recortes presupuestarios, el Ministerio
de Defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS
Hermes y HMS Invincible), de sus dos buques de desembarco de
tropas (HMS Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero
antártico HMS Endurance, llamado por los británicos «el guardián de las
Islas Falkland».
Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar
que el Reino Unido abandonaba la
protección de las Islas Malvinas.
En el mismo sentido, los representantes malvinenses
en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.
la nueva ley de nacionalidad aprobada por el
Parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una
segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa
La guarnición británica en las islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sándwich del Sur era reducida, y la lejanía a la
metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo.
La capacidad de guerra anfibia del Reino
Unido a medio mundo de distancia no parecía estar a la altura de las
circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval.
No parecía probable que el Reino Unido realizara
un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino
—por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una
cuestión colonial sobre unas islas remotas
Una de las cuestiones de mayor peso ha sido la
vuelta a la democracia en la República Argentina en 1983.
Malvinas representa un aspecto y recordatorio
importantes para la vida democrática de Argentina.
Más allá de la explotación, Malvinas evoca un
conflicto que se puede estructurar en tres ejes fundamentales:
la reivindicación del derecho del más fuerte
propia de Occidente en donde una guerra connota ocupación efectiva,
la negativa
británica a cumplir las reglamentaciones internacionales, la lucha por los
recursos energéticos
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