
Bajo el signo misterioso de la melancolía selvática y con el emblema del silencio y del misterio, se encuentran antiguas leyendas tan creídas y practicadas ahora, que da la impresión de ser algo real y nuevo en las mentes de los actuales y civilizados indígenas, rezago de antiguas creencias que hacen parte de su historia incógnita y oscura.
Si fuéramos a escribir todas y cada una de las leyendas indígenas que se entremezclan una en otro con siglos de historia y de vida, nos gastaríamos muchos años para recopilarlas y seria trabajoso, difícil y nada fácil, ya que las pocas que sabemos han sido relatadas con sigilo y temor, y las muchas de ellas nunca serán conocidas por nosotros, porque hacen parte de su sicología reservada y tímida, dando como resultado la absoluta imposibilidad para saberlas y escribirlas.
Dando estos antecedentes, tímidamente me permitió informar una de esas leyendas principales que han andado siglos y siglos de boca en boca, por las malocas y en los caminos oscuros de la selva, como por los ríos caudalosos y los tranquilos caños, en los potrillos y en las hamacas, en la soledad y en los bulliciosos cachiríes de las tribus indígenas del Vaupés.

‘’En un principio había en la tierra dos personas: buenas y se llamaba TUPANA (en guaraní significa santo); hacia el bien, no gustaba de cosas que no servían ni menos parrandas y fiestas profanas. El otro personaje era YURUPARI, amigo de lo malo; juego, chicha, bailes y vivía de lejos de TUPANA. (la palabra yurupari, significa diablo en Guaraní). yurupari arrastraba para si mucha gente. Contrariamente de Tupana tenia pocos seguidores; y las fiestas de yurupari hacían llevar al bando de la maldad a muchos secuaces.
Un día TUPANA resuelve matar a yurupari por ser este quien tenia mas gente en su bando. Se hicieron a una hoguera grandísima y allí quemaron al yurupari con quien habían tenido tantas dificultades y enemistades. una vez hecho ceniza vinieron sus seguidores con gran tristeza y quedaron silenciosos ante semejante realidad; y no pudieron encontrar un solo hueso; todo él había sido hecho ceniza.
Pasaron muchos días, y en las cenizas retoño una palma llamada Pachuba (en lengua guaraní), y fue ella muy bonita por lo alta y recta. Vinieron al lugar mujeres y al mirar la palma hermosa, llamaron a los hombres para convenir con ellos tumbarla y formar con ella un instrumento que imitara la voz de Yurupari Este era el recuerdo viviente de Yurupari Tres pedazos de palma fueron suficientes para formar el antedicho instrumento que imito perfectamente la voz de Yurupari.

Con el correr de los años se aburrieron por ser ellos los llamados hacer los quehaceres del hogar. Además Yurupari era hombre y las mujeres decían no estar con él. Una sola reunión fue suficiente para que los hombres acordaran únicamente el ir a la mañana siguiente a donde las mujeres acostumbradas al baño en el río, para quitarles el Yurupari.
Todos ellos armados con adavi (bejuco rodeado de fibra que venia a constituir un verdadero azote, y palabra guaraní), fueron hasta el lugar en donde se encontraban las mujeres bañándose, y azotándolas con los adavi, las obligaron a entregar el yurupari a poder de los hombres.

En esta reunión los hombres determinaron:
1) Prohibido a las mujeres conocer y volver a ver a Yurupari, porque al verlo, al instante este las matara. (para el efecto, los hombres han empleado todos los secretos y medios para dar a las mujeres la muerte, creyendo ellas que Yurupari quien las mata.
2) Los hombres niños de 12 años pueden conocer al Yurupari, bajo el siguiente requisito: someterse a una escuela de quince días en el monte, y bajo la dirección del payé, haciendo utensilios de casa: balayes, matafríos o chipichi (guarani), bancos, remos, etc. Durante estos días serán azotados de madrugada con su adavi. Los peyés los aconsejaran así: después de ver a Yurupari serán hombres perfectos y podrán casarse. Todas éstas ceremonias las hacen los payés con humo de tabaco para que en los nuevos hombres todo quede en paz y tranquilidad. Hace el payé que sus instruidos comas ají para que se conserve la dentadura de ellos. Bajo pena de muerte no pueden descubrir a nadie el secreto del Yurupari.
Una vez terminada la escuela, irán a la casa y se presentarán al papá y a la mamá porque ya son hombres que conocen el Yurupari además pueden casarse por saber hacer de todos los instrumentos necesarios para la casa. Ese día se da un gran almuerzo al joven que llega y durante el mismo, entrega a sus padres los objetos que fabricó en la escuela.

Con la aventura que realizó el hombre de apoderarse del Yurupari, éste domina totalmente y la mujer trabaja no duramente no solo en la casa, sino también en la chagra (huerta).
quiero un texto no tan largo se solo la leyenda de yurupari
ResponderEliminarEsta leyenda me es cercana no por conocerla de antemano, sino por los pocos conocimientos que tengo de toda cultura indigena; en los cuales siempre se denota, un gran sentimiento machista por parte de los hombres y, por parte de las mujeres, una lucha constante por superarlos.
ResponderEliminarYurupari es un personaje muy representativo y, me parese que no solo para los Payes, pues en la actualidad y en nuestra cultura se le puede denominar de otra forma...
siempre la gente sea de la cultura que sea se hace seguidor de las cosas malas y no de las buenas y lo que es correcto, ya que esto nos induce a ser personas egoistas y machistas tanto hombres como mujeres siempre mostrando que el uno es mas que el otro.
ResponderEliminarclaudia patricia gomez llano clei 429
ESTA HISTORIA ORAL RECOPILA EL INICIO DE LA LITERATURA DE COLOMBIA Y DEL CONTINENTE AMERICANO LA MAGIA DE ESTE LIBRO RADICA QUE ES EL ICONO DEL OLVIDADO DEPARTAMENTO DEL VAUPES Y POR ENDE ES PATRIMONIO DE LAS LETRAS ESCRITAS DEL MUNDO COMO ORGULLO NACIONAL SI CADA COLOMBIANO LEYERA ESTA LEYENDA SUPIERA LO ESENCIA DE LAS RAÍCES PROPIAS DE SU GENTE ANCESTRAL.
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