lunes, 11 de mayo de 2009

Los Zapotecas



Su época de máximo esplendor se sitúa entre los años 100 y 800 de nuestra era.
Sabemos por los restos arqueológicos que, en sus orígenes, tuvo una fuerte influencia de otra gran cultura, la olmeca.

La capital de la cultura zapoteca durante sus años de esplendor fue la ciudad de Monte Albán, situada a pocos kilómetros de la ciudad mexicana de Oaxaca.

Monte Albán era un gran centro urbano, con barrios residenciales, edificios públicos y tierras de cultivo regadas por un complejo sistema de canales que recogía el agua de la lluvia.




El recinto ceremonial, donde tenían lugar los rituales religiosos, estaba situado en lo alto de las montañas, a 400 metros sobre el nivel del mar.

A diferencia de otras culturas mesoamericanas, los zapotecas no eran una civilización militarizada.

Monte Albán no tenía murallas, ni edificios militares; tampoco se han encontrado restos de armas, ni representaciones bélicas.

En el recinto ceremonial se conservan una serie de tumbas que constituyen verdaderas salas subterráneas.




La pintura tuvo mucha importancia para la cultura zapoteca, aunque se utilizó principalmente para rendir homenaje a los muertos.

En la tumba número 115 se han encontrado pinturas murales que representan a las 9 divinidades de las tinieblas y la muerte de la mitología zapoteca.

Los personajes visten trajes ricamente bordados, en vivos colores: amarillo, rojo, negro y gris.




También podemos conocer la escultura zapoteca a partir de los restos de Monte Albán.
Un ejemplo es la serie de relieves conocida como ‘los danzantes’.

Se trata de una procesión de figuras de personajes mutilados o muertos que participan en una danza macabra, probablemente relacionada con sus creencias religiosas.

La mayor parte de la cerámica zapoteca ha sido hallada en las tumbas.
Se trata, sobre todo, de urnas funerarias, al parecer, de carácter simbólico, puesto que los cadáveres eran enterrados y no incinerados.

Tienen forma cilíndrica, están hechas de barro y, normalmente, representan seres humanos o animales.





La ciudad de mitla
A partir del siglo XI, los zapotecas se retiran de Monte Albán ante el avance del pueblo mixteca y construyen Zaachila, la nueva capital, y la ciudad sagrada de Mitla, cuyo nombre significa ‘morada de los muertos’.

En este lugar sagrado, donde los zapotecas enterraban a sus reyes y nobles, se encuentran importantes restos de su cultura y de su arte.




De esta antigua ciudad solo se conservan cinco grandes conjuntos de edificios; los más importantes son el grupo de las Columnas y el de la Iglesia.

Pero lo más espectacular del lugar son sus muros, finamente decorados con motivos geométricos y figuras de animales.

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