La amabilidad es uno de los valores que presentando una crisis profunda en estos últimos tiempos de agitación y stress cotidiana. En nuestra sociedad se ha venido asociado con el poder, de modo tal que alguien que es amable, se le ve como una persona débil o que tiene miedo: por el contrario comportamientos descorteses o bruscos, son vistos como modos de autoridad.
Hasta hace poco tiempo, era normal escuchar frases como: “de a los demás el trato que usted merece”, o “ser amable, no cuesta nada”.
Estas frases llevaban consigo un sentido de respeto por el otro y de ponerme en el lugar suyo; cuando se refería al trato que merecía.
Hay personas que en su sitio de trabajo deben ser amables y corteses con las otras personas; pero cuando llegan a la casa empiezan a tener un trato descortés y áspero con su familia.
Debemos darle la importancia que se merece a este valor, ya que de él depende en buena parte las buenas relaciones con las otras personas, ya que a todos nos gusta que nos atiendan y nos traten con cortesía y amabilidad.
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