Sócrates, un hombre tremendamente modesto, que desdeñaba la escuela y gustaba de dar vueltas por la plaza preguntando y espoleando a todo el mundo para conocer sus mentes, fue un personaje singular.
Desobligado con su familia, gustaba de ir de tertulia en tertulia, al grado que en una ocasión Xantipa, su esposa, lo demandó por irresponsable; la reacción de Sócrates fue darle en todo la razón, sin embargo una vez pasado el problema volvió a comportarse exactamente como antes.
Este hombre de excelente carácter, para hacer que sus discípulos utilizaran el raciocinio utilizó el método mayéutico.
Centraba su teoría en el conocimiento de sí mismo para conocer a los demás y a llegar a un ordenamiento objetivo del pensamiento.
Sócrates fue acusado por sus enemigos de corromper a la juventud, por lo que fue orillado a beber cicuta y terminar con su vida.
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