Se decía que tenía dos padres, el rey Egeo, de Atenas y el dios del mar, Posidón, pero creció sin saber quién era su padre.
De niño, ya, mostró sus cualidades de héroe: cuando Herácles llegó y aterrorizó a los niños echando su gran piel de león sobre una banqueta, Teseo tomó un hacha para enfrentarse con la bestia.
A los 16 años, la madre de Teseo, Etra, le dio que su padre era Egeo.
Le llevó al altar del Poderoso Zeus donde Egeo había dejado su espada y sus sandalias, bajo una pesada roca, para que Etra le daba un hijo, el hijo pudiera reclamarlas cuando fuese lo suficientemente fuerte para venir a Atenas.
Yeseo movió la roca con facilidad, reclamó las pruebas de su nacimiento, y emprendió su viaje a Atenas.
En el camino, se encontró con muchas dificultades que superó con una destreza comparable a la de su primo Heracles.
Fue finalmente recibido en Atenas como un héroe, Teseo es entonces invitado al banquete del rey.
Egeo no sabía la identidad de Teseo, pero su esposa, la hechicera Medea sospechó de él e intentó envenenarlo.
Al conseguirlo, Egeo reconoció a Teseo como hijo suyo.
Medea y su hijo, huyen.
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